Crear imágenes que resuenan en mi ser, adentrarme en mi interior, explorar y resignificar lo que miro es parte de mi proceso creativo como artista visual. Me formé en una generación que desarrolló su proceso fotográfico en el laboratorio. Descubrir las posibilidades técnicas de la cámara-película-papel-químicos siempre ha sido una fascinación para mi. Desde la imagen del negativo con fotogramas en la impresión y virados parciales posteriores; hasta la precisión en el detalle del gran formato, la exquisitez del blanco y negro y la riqueza de la gama de grises.

Mi otra fascinación es el mundo vegetal. Me maravilla la majestuosidad de los árboles, la belleza y la sutileza de las semillas, de las hojas, de los frutos y las espinas. La inconmensurable riqueza de la biodiversidad de México y su luz son mi materia prima para crear. Antes de sumergirme en la belleza vegetal de Oaxaca, dirigí los primeros ocho años el Centro Fotográfico «Manuel Álvarez Bravo» una iniciativa civil que fue creada para promover la imagen fotográfica a través de exposiciones, talleres y conferencias. Dedicado a uno de los más grandes exponentes de la fotografía mexicana del siglo XX.

Mis proyectos son de largo aliento. Durante dos años observé y registré el ciclo de las plantas del Jardín Etnobotánico de Oaxaca y dediqué más de un año a la impresión de las imágenes. El resultado fue: una exposición «La espina y el fruto», un libro y una carpeta de arte. Para celebrar más de tres décadas como fotógrafa presenté «Flores y Semillas» en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo y «Huajes» en el Centro Cultural San Pablo en Oaxaca.
He realizado continuos viajes a las Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, después de una invitación a ser parte de un grupo de artistas que participamos en un gran proyecto: «Endemismo»,en donde presenté una serie de impresiones en papel salado y otras imágenes de detalles de plantas de la Reserva, en el Museo de los Pintores de Oaxaqueños.

Mi búsqueda personal en años recientes tiene que ver con la posibilidad de compartir conocimientos y experiencias. Durante la pandemia y en medio del confinamiento inicié un nuevo proyecto que me llevó a la impresión botánica, el resultado se expuso en el Museo Textil de Oaxaca, en una instalación que se llamó «Ephemērus».