La sucesión de capas que conlleva el trabajo de Cecilia Salcedo es paralela al universo que toma como referente. Sus obras nos invitan a mirar con atención y sutileza la manera en que las formas de la naturaleza corresponden a estados del alma, es decir, a formas de conocimiento de nuestro interior, desveladas a través de la luz que inscribe (en la fotografía), o transforma (en la escultura), la materia, haciendo evidente que nuestra experiencia es un constante cambio, que precisa del lenguaje y los medios para describirse, para detenerse en un soporte que nos permita acceder a los enigmas escondidos en dichas capas
Alejandro Castellanos